Según una leyenda, el Acueducto de Segovia tiene un oscuro origen.
El Acueducto de Segovia es uno de los símbolos de la arquitectura romana en España , y posiblemente la obra de ingeniería civil más importante de su época. El acueducto traía hasta Segovia el agua de la sierra, recorriendo unos 15 kilómetros aproximadamente. Parece que los romanos construyeron el acueducto a finales del siglo I d.C., pero existe una leyenda que atribuye un oscuro origen a la creación de esta obra de ingeniería.
Antiguamente, y antes de la construcción del acueducto, los habitantes de Segovia debían traer el agua a mano desde la sierra, teniendo que recorrer unos 15 kilómetros, lo cual, como imaginareis, debía ser un autentico tostón.
Cuenta la leyenda que un día una niña volvía a su casa desde la sierra, portando un gran cántaro lleno de agua, cuando cansada y harta de aquella tarea exclamo algo como; «Daría cualquier cosa porque el agua llegase sola a las puertas de la ciudad y así no tener que volver nunca a recorrer este camino».
Tras pronunciar esta palabras tan espontáneas, y que no nos hacen imaginar que podría pasar después, escucho una voz que provenía de entre unos arbustos, y que le preguntaba; «¿De verdad darías cualquier cosa por no tener que llevar el agua a la ciudad?». Al escuchar esta pregunta la joven se giró sobresaltada ya que no había visto a nadie por el camino, pero allí estaba él, un señor bien vestido, de edad inconfesable, perilla puntiaguda y fino bigote.
Tras el susto, la muchacha respondió afirmativamente a la pregunta de aquel caballero, diciendo que estaba dispuesta a dar lo que fuese, pero que ella era pobre y no podía ofrecer nada a cambio. Es desconocido contestó que aunque ella fuese pobre, poseía algo de gran valor: su alma. En aquel momento la muchacha debió pensar «este está como una chota», pero decidió seguirle el juego «por si colaba», además ella no creía mucho en esas cosas y pensaba que el alma no le servía para nada. De esta manera la mucha accedió a cambiar su alma porque él hiciese llegar el agua hasta la ciudad.
El misterioso personaje mostró una sonrisa picaresca que hizo sospechar a la niña, y ella decidió añadir una condición a cambio de su alma, una condición que era imposible de cumplir y que consistía en que el agua debía llegar cerca de su casa antes de que el gallo cantase a la mañana del día siguiente. El caballero aceptó gustoso, y tras estrechar la mano de la joven desapareció.
La joven emprendió el camino de vuelta a casa extrañada con todo aquello, dudando de que aquel personaje hiciera nada por llevar el agua hasta la ciudad, ella sólo pensaba en contar aquella anécdota absurda a sus amigas.
Ya entrada la noche, mientras la ciudad dormía, se desató una fuerte tormenta que hizo despertar a la joven. Está se asomó asustada a la ventana, esperando ver a sus vecinos tan asombrados como ella, pero allí no había nadie mirando ni ninguna luz encendida, todos parecían dormir como si nada de aquello estuviera pasando, como si fueran presa de algún encantamiento.
La muchacha pudo ver un resplandor a lo lejos, cerca del camino que llegaba al manantial donde recogía el agua. Salió a la calle y se acerco con sigilo, y escondida trató de ver lo que allí sucedía. Era el extraño caballero de aquella mañana, volaba rápidamente de un lugar y parecía estar envuelto en llamas, trasportaba grandes bloques de piedra y los iba colocando, con ayuda de unos pequeños seres, formando grandes columnas de roca. ¡La muchacha comprendió entonces que aquel extraño era el Diablo! y que en aquel momento estaba construyendo algo que haría llegar el agua hasta la ciudad de Segovia.
Final 1, Religioso: En aquel momento la muchacha quedó horroriza por tener que entregar su alma al Diablo, por lo que comenzó a rezar a Dios arrepentida por lo que había hecho, pidiendo que le ayudara a conservar su alma. Aquel día Dios intervino haciendo que amaneciese más temprano, dejando el acueducto casi terminado, salvando así el alma de la joven.
Final 2, Astucia: La muchacha, temiendo por su alma, y viendo que el Diablo estaba a punto de finalizar su obra, corrió a su casa y encendió una vela, se dirigió entonces al corral de sus vecinos, y acercando la vela a la ventana despertó al gallo, que creyó que estaba amaneciendo y comenzó a cantar anunciando el nuevo día.
El Diablo enfurecido escuchó al gallo, se extraño ya que pensaba que todavía era muy pronto para amanecer. Casi había terminado de construir el acueducto, le faltaban apenas dos o tres piedras por colocar, sin embargo el contrato era claro, así que resignado se marcho de nuevo al infierno, dejando prácticamente acabado un acueducto que todavía se mantiene en pié.
¿Qué os ha parecido la leyenda del acueducto de Segovia? ¿Qué final os gusta más?
En Segovia se celebra todos los años el Festival Internacional de Titeres de Segovia, llamado Titirimundi. En el año 2011 hicieron una recreación de la leyenda de una forma muy original, visual y divertida. Puedes ver el vídeo aquí